"-[...] Pero si pasamos un montón de horas juntos.
-Pero son horas extra.
-Y eso qué quiere decir.
-Pues que un ratito ahora está bien, pero no soporto verte
mañana cuando me levante con una resaca de mil pares de huevos y sólo quiera
fumarme un porro en silencio. Para empezar ni siquiera me dejarías esta noche
vomitar tranquilamente en el suelo del dormitorio. Y te empeñarías en hacerme
meter la ropa sucia en un cesto, y me mortificarías por desperdiciar mi coco y
mis contactos familiares, y me obligarías a afeitarme el bigote y a recordar tu
cumpleaños y a preocuparme por tus orgasmos. Eso es la vida en pareja. Puede
que a ti te encante, pero a mí no: soy partidario de que cada cual apechugue
con sus cumpleaños y sus orgasmos sin darle la brasa al prójimo."
* * *
Lo mejor que le puede passar a un cruasán.
Pablo Tusset.
Y entre trabajos y exámenes yo saco tiempo para hacer pequeñas entradas como esta, golpes de sinceridad que considero fascinantes. Tan reales como la vida misma.
Toda la suerte con los exámenes y gracias por el bofetón de realidad, jeje.
ResponderEliminarMe encantan tus entradas cortas y concisas ;)
ResponderEliminar"soy partidario de que cada cual apechugue con sus cumpleaños y sus orgasmos sin darle la brasa al prójimo." esto es genial :)
ResponderEliminarÁnimo!
Eso es lo que yo llamo un matrimonio express, en menos de una hora se ha cargado el romanticismo.
ResponderEliminarComparto lo de los cumpleaños pero no lo de los orgasmos.
;)
Hay que apechugarse, no tengo dudas. Pero qué es dar brasas? Un abrazo.
ResponderEliminarqué difícil es mantener esa línea pero qué necesaria.
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