No hay nada tan pintoresco como
la llegada del otoño, a no ser la llegada del invierno, pero esa es como
siempre la magia de las estaciones, cada una trae consigo un nuevo look, una
nueva historia, como pequeños nuevos comienzos que nunca sabes a donde te van
llevar. No obstante el otoño tiene un aura especial. Este año llega tarde, muy
tarde para estar ya a finales de noviembre, al parecer todas las cosas buenas
parecen hacerse esperar en el 2013.
Se empezó a visualizar tímidamente unas semanas atrás, algunos chubascos, que aparecieran en el armario los jerséis de lana, y algún que otro foulard más grueso de lo normal. Pero la guinda definitiva ha sido este fin de semana, al menos en Barcelona. Como siempre, el otoño suele llegar en domingo, será verdad que es la más romántica de las estaciones. Que si, que la primavera la sangre altera y todo son pajaritos, vestidos de flores y mojitos a las siete de la tarde, pero nadie me negará a mí que el otoño es más profundo, más elegante. Es como una mujer cerca de los treinta, serena, segura, con sus botas de caña alta, y su gabardina de color camel, clásica, como ella misma, bajo la cual tan solo se vislumbran sus semitupidas medias negras en ese pequeño resquicio de carne que escapa al tejido. Una mujer que camina calle abajo, taconeando deprisa sobre el manto de hojas doradas que cubre el pavimento, ajustándose el blanco pañuelo al cuello y las gafas de sol sobre la cabeza, no vaya a ser que el sinvergüenza del sol, que tantos días lleva escondido, deje escapar alguno de sus rayos solo para mostrar que todavía sigue ahí, que no se ha ido a pesar del frío.
Si, sabes que el otoño ha llegado
cuando llegas a casa y llueve. Cuando te preparas un té, te envuelves en una
manta y sacas el viejo calefactor de debajo de la cama, teniendo especial cuidado
de que solo este, y no otros tantos monstruos que ahí habitan, salgan de ella.
Agradeceré al otoño tu vuelta.
ResponderEliminarUn beso
Gozar de las delicias del otoño...
ResponderEliminarY según camina se desliza un rastro de perfume francés.
ResponderEliminarHacia mil años que no me pasaba por aquí! Echaba de menos leer tus relatos Lexy
ResponderEliminarMe ha encantado, has hecho que con este relato cambie mi forma de ver el otoño :)
Un besito, nos leemos.
http://theworldofthelettersanddreams.blogspot.com
Hacía mucho que no me pasaba y la verdad no sé por qué. Espero que des muchos paseos con tus gorritos y bufandas y disfrutes de que empieza a hacer frío. Yo lo haré :)
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