Cuando un escritor pasa mucho
tiempo sin escribir en lo único en lo que puede pensar es en cómo volver. De
qué hablar, y en qué manera, las metáforas que usará, si será sarcástico,
cínico, irónico o más bien realista. Revelará el porqué de su ausencia o apostará
por la narrativa simple de las historias fáciles, románticas, de esas que a
todos nos gusta leer. Cuando un escritor pasa mucho tiempo sin escribir todo
son miedos y más si su ausencia gira en torno a un solo motivo: que simplemente
no tenía nada que decir.
Pues bien, hoy ha sido la primera vez que me he
atrevido a decirlo en voz alta, la primera vez en meses que me he atrevido a
admitir que sí, que por extraño que sea en mí no tenía nada que contar, y no es
que no hubieran pasado cosas, al contrario, es que simplemente no tenía nada
que decir sobre ellas. Lo cual me hizo surgir una pregunta inmediata, ¿Por qué?
Una vez escribí sobre los porqués, y sobre las eternas preguntas sin respuesta.
Mi pensamiento con respecto a esto no ha cambiado mucho, parece que tengamos
una tendencia patológica a preguntarnos cosas, aunque no haga falta, aunque
sepamos que la respuesta no existe, la cuestión es preguntar, dudar,
cuestionar…la cuestión es pensar en ello.
¿Entonces por qué no podía formar una
opinión sobre ello? ¿Por qué no me salían las palabras? Y la respuesta llegó
casi como una epifanía, porqué en realidad no lo viví. Pasó, si, pero me negué
a dejarlo entrar. Como si los últimos meses hubiera estado observando mi vida a
través de una pantalla de televisión, como un espectador más. En realidad este
es un defecto de los más generalizado, una vez nos han hecho daño tendemos a
hacemos de hielo, creamos corazas a prueba de balas para impedir que las cosas arraiguen
en nuestro ser, no es que no les demos sitio, es que ni siquiera las dejamos
pasar. El planteamiento es bien simple: si no me permito sentir nada por él, no
me hará daño; si me prohíbo ilusionarme con este proyecto no me decepcionaré si
sale mal; si no pienso en el futuro no me entrarán ataques de pánico, y así
vamos creando espirales de causa-efecto, de condiciones subjuntivas, de
palabras vanas, de promesas sin sentido. Y no vivimos, tan solo dejamos que la
vida pase por nuestro lado.
Los que habéis leído Marina, de C. R. Zafón, seguro que recordareis aquella famosa
frase: Marina me dijo en una ocasión que tan
solo recordamos aquello que nunca sucedió. Yo no lo comprendí entonces,
pero ahora veo que no es que Marina quisiese hacerse la mística, es que
simplemente tenía miedo, y ese miedo por todo lo pasado hacía que fuera mucho
más seguro poner distancia con lo que hubiera de venir. Soñarlo en vez de
vivirlo, imaginarlo en vez de sentirlo, pues cuando soñamos tenemos la libertad
de decidir cuando acaba el sueño, y con la realidad…bueno la realidad suele ser
ella quien acaba con nosotros. Lo dije en una ocasión, resulta curioso como
todas las respuestas correctas se nos ocurren tan solo después.
* * *
Foto: Lexy
No puedo expresaros con palabras la ilusión que me ha hecho encontrarme con comentarios sobre mi desaparición de algunos de vosotros, viendo cosas así una no puede pensar más que en volver. Gracias por estar ahí, como he dicho siempre, vosotros sois los que hacéis este blog posible. :)
Recuerdo con dolor la época en la que me ahogaba la nostalgia, nostalgia de lo que no fué. Es absurdo pero real.
ResponderEliminarMe alegra que quebrases al fin el hielo del silencio, bienvenida a tu casa.
Oh que bueno volver a leerte *_* me sorprendio tu comentario y me emocioné y todo ^^
ResponderEliminarRe-bienvenida!
Yo también me he abandonado, pero de vez en cuando echo mucho
ResponderEliminarde menos a la gente :)
Besazos enormes
A veces, siento que no es tan malo no tener nada que decir. Sobre todo cuando escucho a tanto necio suelto por ahí...Un abrazo.
ResponderEliminarQué ganas de volver a leerte :D
ResponderEliminar¡Pero ganas inmensas! Me sienta bien.
Yo también te he echado mucho de menos, historiadora ;)
Un besote!
Como siempre, me ha encantado el texto! Creo que todos hemos experimentado el dolor y nos hemos vuelto temporalmente de hielo, pero siempre llega el verano y el hielo se deshace :P
ResponderEliminarBienvenida de nuevo guapa! Espero que encuentres tiempo e inspiración para escribir pronto! Por cierto, me alegró mucho verte y hablar de nuestra infancia:')
Un beso!
comparto.
ResponderEliminaresta en la naturaleza del ser humano, preguntarnos. no nos preguntamos por una respuesta, preguntamos por ser humanos. cuando llegue el momento y sepamos la respuesta, estaremos preguntado por otra. no por capricho, sino que la pregunta es siempre efimera, constante y no se satisfade por respuesta alguna. siento que puedo escribir y escribir y no me sale escribir lo que quiero decir.
que alegria verte de nuevo por aqui!
un saludo desde la lejania.
Te comprendo tanto, en cada una de esas palabras. Me pasó lo mismo, y mi "regreso" no me está conformando, aún es como si no encontrara las palabras, los motivos, las hilaciones...pero creo que cuando uno ama escribir, tarde o temprano va recuperando la chispa. También quizás sea necesario tomarnos esos tiempos, para luego volver con más ganas. Yo volví gracias a "Cartas a un joven poeta" de Rilke, te recomiendo esa lectura!
ResponderEliminarHay una frase de tu texto con la cuál me sentí más que identificada: "parece que tengamos una tendencia patológica a preguntarnos cosas, aunque no haga falta, aunque sepamos que la respuesta no existe, la cuestión es preguntar, dudar, cuestionar…la cuestión es pensar en ello..." ¡porque yo también soy de esas personas! y a veces ese constante interrogar se torna paralizante, pero por otro lado es ese constante cuestionarnos absolutamente todo lo que nos hace elegir ciertas cosas y no otras, y en esas decisiones está nuestra vida, en las decisiones que tomamos cada día, sobre absolutamente todo lo que hacemos.
Con respecto a la frase "Marina me dijo en una ocasión que tan solo recordamos aquello que nunca sucedió...", se me ocurre interpretarla en relación a lo selectiva que es nuestra memoria y a la tendencia que todos tenemos de trastocar el pasado, los recuerdos del pasado, según nuestro estado presente. ¡Es una frase para pensar mucho!
Bueno Lexy, festejo tu regreso, y nos mantenemos en cercanía. Un abrazo!
Me quedo con la primera frase: "Cuando un escritor pasa mucho tiempo sin escribir en lo único en lo que puede pensar es en cómo volver" totalmente cierto :)
ResponderEliminarTienes toda la razón sabes? Solemos encerrarnos para que no nos hagan daño, yo lo hice tanto tiempo, me creía tan grande y fuerte porque nada me podía dañar... Y no quería a nadie importante en mi vida, para que? Para acabar llorando? Y luego llegó el, y alguien me dijo "Vas a dejar pasar la oportunidad de tenerle solo por miedo a que no te hagan daño?" y yo pensé que si, pero luego me di cuenta de que es mejor amar, sentir esto que siento ahora que me daña en este momento, pero que me da miles de buenos momentos, que quien no arriesga no gana, y yo gané demasiado al conocerlo.
ResponderEliminarBonita entrada, y bienvenida de nuevo. Yo también desaparezco, pero porque tengo exámenes, en realidad tengo mil cosas que contar... Un abrazo.
Eres muy grande. Me encanta como tus palabras fluyen con tanta facilidad , como si en verdad lo que acabaras de hacer en este momento, en general, tu trabajo con respecto a tu blog, fuera la cosa más sencilla del mundo.Tu lo haces fácil, sencillo, lo haces mágico. Ánimo y no dejes nunca de hacerlo.
ResponderEliminarcreo que tienes un blog precioso y me gusta la forma que escribes, tan sincera... veo que acabas de volver y los comienzos nunca fueron fáciles y volver a lo que teníamos tampoco, pero con el pedazo de blog que tienes te seguirá yendo bien! Yo también he vuelto a escribir, pero abriendo un blog nuevo y tiene que despegar aún, espero que te pases =) http://lauraescobarblog.blogspot.com.es/ te sigo y estaré pendiente de tus entradas! un beso!
ResponderEliminarVolvé y quedate! no te vayas mássss! abrazo grande :)
ResponderEliminarVuelvo yo y vuelves tú. Todos felices.
ResponderEliminarLa pregunta, los porqués, nos hace avanzar a nivel de colectivo pero también a nivel individual.
Los sentimientos van a otro ritmo. Las sensaciones tienen su propio reloj. Sus respuestas suelen venir siempre después, o demasiado tarde. Quizá porque antes, no queremos escucharlas.
Te invito a mi pequeño rincón, si gustas.
Un besito.