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miércoles, 27 de octubre de 2010

Luz de medianoche

Eran las 2:04 de la madrugada de un sábado y ella estaba tirada en su sofá de cuero mientras los créditos de la película empezaban a deslizarse por la pantalla. Era Audrey Hepburn, como no, la única que siempre acudía puntual a su cita, seguramente porque en su muñeca brillaría un lujoso Cartier que el acompañante del sábado noche de turno le hubiera proporcionado. Al contrario que ella, su personaje no se resfriaba nunca ni quedaba tirada en el sofá mientras imaginaba los muchos caminos que podría tomar su vida, o el próximo amor que cruzaría la esquina quedándose prendado de su sonrisa. ¿Por que al fin y al cabo eso es no? A veces le daba por pensar que vivíamos un vida plagada de calles y caminos cuya básica finalidad era proporcionarnos una esquina en la que se cruce alguien que nos haga sonreír, o que sonría solo para nosotros.
Pero en ese momento ella no pensaba en nada de eso, sino que simplemente se encaminó hacia el balcón, deslizó la pesada puerta y salió a la calle mientras los créditos de la recién acabada película conformaban su banda sonora. Dejó que el gélido aire de la noche acariciara su rostro mientras que un ligero vaho se abría paso entre sus sonrosados labios. En el cielo solo había tres estrellas, solo tres que brillaran, aunque quien sabe, quizá era muchas más las imperceptibles a sus sentidos, al fin y al cabo el ser humano es tan limitado... Solo ve lo que quiere ver. Aunque para ser sinceros en ese momento lo que ella en realidad quería ver era a él. Un el hipotético, un el irreal que llegase en su corcel blanco y la llevase lejos, a visitar esas estrellas. Recordó esa cita del Principito:

-“¿Me pregunto si todas las estrellas brillaran en el universo al fin de que cada uno pueda encontrar la suya algún día”?- recitó en voz alta.

¿Dónde estaría la suya en ese momento? Tal vez estaba durmiendo en algún apartamento lejano en la otra mitad del mundo, o tal vez divirtiéndose con otra estrella que él creía la correcta, o tal vez, solo tal vez, era verdad y estaba salvando el mundo como en los buenos de hadas. No podía saberlo, como tampoco podía estar segura de que siquiera existiese. El amor es algo tan frágil, tan incomprensible y tan preciado que a menudo se preguntaba si era real. Si no era tan solo una fantasía para que las niñas sueñen con princesas tapadas bajo sus mantas rosas.
Y fue entonces cuando un punto brilló fugazmente en el cielo. Y volvió a brillar, más fuerte, hasta convertirse en un trazo espeso que recordaba al de una estrella fugaz. Su primer impulso fue el de pedir un deseo pero no se engañó, a nadie le da tiempo pedir uno, solo se consuelan sabiendo que lo hacen. Y de repente su punto brilló aun más fuerte, si era posible, y se extendió por el cielo como una enorme mancha roja. La franja quedó completamente delineada y ella perdió la noción del tiempo, y del espació, cautivada como lo estaba por aquel resplandor rojo ardiente que la envolvía. Quiso gritar, quiso salir corriendo, pero sus pies se habían clavado toscamente en el suelo impidiéndole mover un solo musculo. Siguió observando esa enorme mancha roja, atrapada como lo estaría un ratón en su ratonera o un preso en su celda. Embellezada como un amado tras los ojos de su amada, como un padre tras la sonrisa de su hijo. Y en un instante, desapareció. Nada. Oscuridad. Y nada. Las mismas tres estrellas de antes, el mismo frío. La misma calle desierta esperando el amanecer. Se giró para comprobarlo, la banda sonora había cesado al igual que cesaron las revoluciones en su interior. Un leve cosquilleo le recorrió la nuca, una dulce voz susurró su nombre. Sus rodillas se aflojaron y el rubor cubrió sus mejillas tal y como minutos atrás había quedado cubierto el cielo. Le bastó tan solo una milésima de segundo para comprender lo que había sucedido. Tantas eran las películas que lo habían mostrado. Tantos los libros que lo habían contado.
En 5 letras cabe un perenne sentimiento. En una palabra un error de concepto, pues dicen que no eres feliz hasta que amas, que realmente no has vivido, pero lo que ellos no saben es que todos amamos. Lo que pasa es que no siempre se necesita de una persona, a veces basta con simplemente amar la vida. O si más no, tal como le ocurrió a la pequeña Dana, un meteorito.

* * *

Para todas aquellas personas que, como yo, quieren ver más allá del amor romántico de un cuento. Para todas aquellas personas que, como yo, seguirán sonriendo como princesas de su própia fantasía.

18 comentarios:

  1. mi comentario se resume en un
    "uff".. aunque eso vos, ya lo sabes :)

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  2. no tinc paraules, ja sas qe m'encanta. realment ho trobava a faltar. Merci :)


    muaaà (L)

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  3. m'encanta, no tinc mes paraules per descriure-ho.
    feia temps que ho necessitaba, merci :)


    muaaà(L)

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  4. Porque ser princesa no es esperar a un príncipe que te rescate, ni creer en la magia, creer en la ayuda de una ancianita con varita que te ayude a pescar al principe, para ser princesa no precisas más que sentirte capaz de rozar las estrellas con la mano.

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  5. Como me gustaria saberle hacer entender esto a mi hija de 4 años. Su mundo esta lleno de Princesas bonitas y Principes guapos que se aman para siempre ;)

    Besos realistas

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  6. todas las historias de amor nos muestran que siempre tiene que haber una media naranja perfecta, pero pocas son las personas que realmente son felices por ser ellas misma (no porque haya otra persona que las complemnte...)

    Me gusto :)

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  7. Magico, simplemente magico. Un gusto leerte,Lexy.

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  8. Claro que sí. El amor no es solo el "amor" en sí. Los cuentos de hadas no existen y puedes expresar tu amor de muchas maneras ^^

    Besos

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  9. La verdad es que me ha gustado mucho, sí.
    Y la idea de que ella sienta algo tan profundo por algo tan pequeño me ha conmovido...

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  10. Más allá de todo existen las personas, con sus incoherencias, y sus faltas... que todos tenemos. Pero el mundo es mejor con un poquito de romanticismo...

    Saludos y un abrazo.

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  11. Como siempre, me he quedado boquiabierta. Me ha encantado, en serio.
    A veces es mejor estar enamorada de la vida y, depende del momento, hasta puede que seas más feliz.
    ¡Un beso!

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  12. Me maravillo tu párrafo, me siento reflejado.
    Un saludo, Unai.

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  13. increiblemente perfecto...

    cada día me atrapas más con tu apasionado color...
    Es un orgullo poder leer esas obras de arte que renacen de tu mente.

    Gracias.

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  14. El mundo siempre necesita estrellas que brillen mucho y personas que sigan creyendo en las muestras de amor :)

    Un muá.

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  15. "Intencionadamente sin rombo..."

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Los detalles forman parte de lo que somos,no me dejes sin uno de ellos. Recuerda, buena parte de mi, es tú :)