Anoche cené fresas con nata, pero al despertarme no pude encontrar el champán. Busqué desesperadamente en la cocina, los cajones del salón, la despensa e incluso me aventuré a bajar al sótano aunque fue aterrador. Intenté recordar el sabor del caviar, si, aquel que probé unas semanas atrás, pero fue en vano, la pasta de dientes lo había borrado, tal como pasa con la realidad. Desolada volví a hundirme entre las sábanas cerrando los ojos con fuerza, concentrándome en romper el silencio que provocaba el no oír sus latidos al otro lado del colchón. Su presencia fue demasiado buena, demasiado dulce, exquisita y cara. Un lujo que ciertamente no me podía permitir, pues ahora ya se fue, ahora ya no está. Su fragancia ha desaparecido como aquel efímero sabor a caviar.
* * *
Hoy ha llovido mientras brillaba el sol. ¿Se puede pedir algo mejor? :)
Buen fin de semana a todos!!!
que grande el texto :)
ResponderEliminarLo malo de las fragancias, es que no son eternas.
ResponderEliminarA veces desearía poder encerrar la fragancia de aquel cuya presencia misma hace que tenga un poquito más de sentido dormir esperando a encontrar algo que desconozco.
Pero no se quedan impregnadas en las sábanas. Sólo a tu piel se quedan adheridos los recuerdos. El recuerdo de que estuvo allí y de que te olvidaste de no cambiar las sábanas para que te durase más.
Y... sentir efímero todo perfume que respires. Banal, insulso.
Pero como el caviar... podrás descorchar botellas nuevas de champán, y no olvidar su perfume la próxima vez que te laves los dientes ^^
Seguro que no será la última. Y luego ya no podrás desprenderte de su aroma.
Me gustó mucho ^^
Un beso muy grande... y muchísimas gracias
Eso es lo que pasa con los sabones, duran lo que un suspiro, pasa que a veces lo buscamos incesntemente esperando volver a experimentar aquella sensación que nos produce, puede que la vida sea buena y nos permita deleitarnos con él una vez más, o demasiado mala en caso de que vuelva a desaparecer; se burlaría de nosotros ¿no crees? con esas mijagas fugaces que nos regalaría de vez en cuando...
ResponderEliminarEn caso de que sea efímero y no vuelva más, quien sabe, hay muchos otros sabores por probar xD
Muy lindo, Lexy. Cada vez que veo que actualizas corro a revisar, pues sé que contigo jamás me decepciono.
Un beso, linda.
como jugar a lamerse los labios buscando algun pedacito olvidado de chocolate.
ResponderEliminarun saludo en la lejania.
que bien sabe el caviar. :)
ResponderEliminarCasi todos los buenos momentos duran menos que un suspiro.
ResponderEliminar¡Un besazo!
Como duele despertar sin el sabor de algo que quieres... Por eso, es mejor atiborrarse al máximo de cabiar cuando lo tienes al lado.
ResponderEliminarTe quedo precioso.
Srta. Liv
Seguro que ese momento se repetirá, tarde o temprano :)
ResponderEliminarlo bueno, si breve, dos veces bueno =)
ResponderEliminarbesitos
En mi caso, las fresas con nata serían un buen, o tal vez perfecto sustituto del caviar, pero no de esas personita
ResponderEliminara comer...
ResponderEliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
Encantador blog el tuyo, un placer haberme pasado por tu espacio.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo enorme.
Magnífico texto y blog!!!
ResponderEliminarhttp://balapertotarreu.blogspot.com
Barcelona
Frank
me ha encantado! :) te quiero mucho ruuubita! molt molt moooooolt! mañana te tengo que contar....... em quedaré a dinar! :) que tengo que hacer historia moderna, el trabajo con mi grupo! muuuuuuà
ResponderEliminarPensemos para aliviarnos que quizá el sueño y la realidad andan tergiversados...así vives lo que crees fantasía y de paso, te zampas las fresas con nata y sigues buscando el cava y ese perfume inquieto...Abrazos sofisticadamente inciertos...pero cálidos
ResponderEliminarNada más bonito que despertarse así. A mi me gusta hacerle café colombiano a los inquilinos de mi cama. Un canto de ballena.
ResponderEliminarque grande tu blog.
ResponderEliminarSigue así
un saludo:)