¿Y quien necesita mapas?

El sonido de un claxon la despertó. Se levantó perezosamente, el sol filtrándose molesto entre sus ojos enrojecidos. El claxon se volvía más insistente por momentos.

- ¡Ya voy, ya voy! – gritó al tiempo que cruzaba el pasillo, arrastrando la manta roja que la envolvía a sus pies.

Un bol de palomitas yacía medio vacío sobre la encimera de la cocina, a su alrededor restos de helado y chuches, todo ello sazonado con 17 montoncitos usados de cleenex. Saltó por encima del sofá como pudo, enredándose con la manta y la cortina del balcón, que se abrió de golpe. Lo que vió la dejó boquiabierta.

- ¿Que... que... que haces aquí? - preguntó con un hilo de voz.

Estaba ahí, sentado en su mustang azul marino. Había abierto la capota, tenía el pelo todo revuelto, y el jersey caqui que tanto le gustaba hacía juego con sus ojos, en aquel momento intensamente verdes.

- Coge la chaqueta y sube - le dijo tranquilo.
- ¿Pero, pero, qué, cómo..?

Estaba completamente atónita. La pelea de anoche había sustituido el perfectamente planeado viaje a Grecia por una Semana Santa de sofá y televisión. Y sin embargo ahí estaba él, esperándola. Hizo ademán de abrir la boca para protestar, pedirle explicaciones, quizá continuar con la pelea.

- Sube y no preguntes. - la acalló – Daremos una vuelta.
- Vale, espera que cojo el bolso.
- No, nada de móviles, solo tú y yo ¿si?

Cerró de golpe la puerta, corrió la cortina y se precipitó hacia la salida dejando caer la manta a su paso. Al cabo de 50 segundos se encontró en la calle, cazadora en mano y el mustang mirándola de frente. Subió.

- Lo siento – le dijo nada más rozar la tapicería de cuero.
- ¿Y para eso me has hecho venir? - espetó furiosa buscando de nuevo la puerta.

Pero él fue más rápido, y el pestillo se cerró al tiempo que el motor rugía sobre el asfalto. Ella resopló resignada.

- Está bien. ¿Dónde vamos?
- No lo sé – volvió con esa voz tranquila - ¿quizá a la playa?

Pero no fueron a la playa.
La carretera era larga y el depósito estaba lleno...

* * *

Siento la ausencia. Me he tomado unas pequeñas e inesperadas vacaciones, y en la carretera uno no suele tener internet ;)

Lo cierto es que volver aqui y encontrarme con todos estos calurosos comentarios me ha hecho muchísima ilusión. El blog hará dos meses en un par de dias y me gustaría daros las grácias a todos vosotros, que con vuestro granito de arena haceis que siga vivo. Sois geniales :)

Que tengais una feliz vuelta a la rutina!!! Se os quiere!!!

pd. prometo ponerme al día con todos vuestros blogs durante esta semana :)