* * *

Cuéntame un detalle, susúrrame una ilusión... si quieres contactar conmigo escribeme a theredcarpetoflife@hotmail.com



sábado, 12 de febrero de 2011

¿La mejor defensa? Un buen ataque

Nos encontramos en vísperas de San Valentín y un año más las solteras se arman de películas románticas y chocolate, los escaparates se llenan de corazones rojos y las parejas intercambian regalos y planes en cantidades industriales. El consumismo alcanza sus picos más altos, el amor su estadio más cursi y la soledad su sabor más amargo. Es increíble como parece ser que por tan solo unas semanas la sociedad se olvida de las diferencias de edad, raza o clase y el mundo entero pasa a dividirse en dos grandes grupos: los que tienen pareja y los que no. Y entre tanto odio reprimido y besos robados tan solo me queda una pregunta: ¿Qué pasa con los que estan en el punto medio?

Desde que el mundo es mundo las reglas han sido claras para las relaciones, básicamente se limitan a tres mandamientos: llamarás, regalarás y no engañarás. Por supuesto que el amor queda implícito pues pobre del que se atreva siquiera a cuestionarlo. Lo mismo pasa con la soltería, la biblia de la chica single reza diversión, coqueteo y al final la caza, puesto que se asemeja poco o mucho a un estadio evolutivo en el que el fin a largo plazo es siempre encontrar pareja. ¿Pero qué ocurre cuando el miedo, el exceso de carácter o la simple falta de compromiso deja a dos personas a medio camino entre estos estadios de definición? Lo que tienes en las manos no es un novio, pero tampoco un ligue, no es amor pero tampoco un simple me gustas, y la cosa más o menos va tirando entre dos mares hasta que aparece un angelito de arco y flecha que se autoimpone un puesto en el calendario para “celebrar el amor”, como si no debiera ser un motivo de gozo todos los días. Resulta que el simpático bicho descoloca completamente el sistema a las “no parejas” puesto que si no están saliendo, ¿deberían festejarlo? Si no se han declarado su amor, ¿deberían hacerse regalos? Y al fin y al cabo, ¿cómo reconocer esa fina línea que separa un simple lio de algo más?
Como jugadores de póquer buscamos la mejor carta o en su defecto marcarnos un buen farol. Hay quien escoge la apuesta más segura y se retira diciendo cosas como “ya habrán otros años, otras ocasiones, es demasiado pronto”, ¿pero qué pasaría si esas segundas oportunidades nunca llegasen? Dicen del amor que es una carrera a contra reloj, puesto que esa sensación de pasión desenfrenada y necesidad absoluta del otro no dura más que unos meses, para los afortunados tal vez un año. Luego si el sentimiento es real y la complicidad mutua evolucionara hacia otras muchas cosas, enriquecedoras, únicas y duraderas pero ciertamente diferentes. Al fin y al cabo todos saben que no hay nada como esos primeros meses en los que parece que flotas.

Es por eso que al comenzar una relación sentimos miedo de exprimirla, de agotar sus posibilidades haciéndolo todo demasiado rápido, diciéndolo todo demasiado pronto, pasando juntos definitivamente demasiadas horas. Pero yo me pregunto, si nos cortamos las alas por miedo al “demasiado” ¿estamos realmente viviendo esa pasión desenfrenada que tanto anhelábamos o somos como aquel jugador de póquer que apuesta por la mejor opción? Tal vez no pierda su yate pero tampoco tendrá el honor de decir que le han roto el corazón, y para bien o para mal, querer es arriesgar, arriesgar es vivir, y vivir es sinónimo de hoy, que entre tanta crisis, cambio climático y profecía maya quien sabe cuántos años más nos quedan de San Valentines.

* * *

16 comentarios:

  1. Odio el día de San Valentín (independientemente a cuál sea mi situación...)

    ResponderEliminar
  2. A mi tampoco me gusta el dia (aunque mi pais no se celebra el 14 de febrero sino en septiembre) que raros somos xD pero da igual, ahora no tengo pareja pero asi estoy bien!

    ResponderEliminar
  3. Haces un buen análisis, hay estados que no se pueden definir, aunque me pilla lejano, llevo 18 años con la misma persona y el estado es otro diferente. A mí este día me da igual, la verdad, si tuviera que celebrar un día del amor (que tampoco) si aacaso sería "sant donís", 9 de octubre, dia tradicional de los enamorados valencianos. Lo mejor de ese día es que es fiesta :)

    ResponderEliminar
  4. La mejor defensa, es siempre, no entrar en batalla...


    Saludos y un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. Tus grandes reflexiones me encantan. Pero mi idea inamovible sobre San Valentín es: Gran estupidez que fomenta el consumismo. El día de "El Corte de Inglés", como el de la madre, el del padre, etc...

    ResponderEliminar
  6. Todo es valorable, todo criticable, esta es una fiesta del consumismo o un momento para pararse y sonreir al universo porque alguien está a tu lado, es indiferente.

    Esperar a que trasncurra más tiempo, asegurar un paso antes de dar otro, no besar hasta estar seguro de que seremos besados...nadar y guardar la ropa...en el amor como en el resto de la vida, si quieres arriesga.

    Siempre un placer leerte, guapa (¿Que tal los exámenes?)

    ResponderEliminar
  7. Tus reflexiones siempre me dan en qué pensar, ciertamente no le veo lo importante a la fecha, los enamorados deberían festejar el amor todos los días, pero todo resulta criticable y como san valentin bien podría hablar de halloween y otras celebraciones, en fin... que entiendo muy bien lo que dices, estuve en ese termino medio, no quise ir muy deprisa y arriesgarme no fue una opción, pero a veces lo mejor es pisar el acelerador y disfrutar de la velocidad, quien dice, tal vez la adrenalina del momento vale por el dolor del gole al estrellarse...

    ResponderEliminar
  8. El miedo paraliza a demasiada gente. Cuando lo pierdes es cuando realmente empiezas a disfrutar de lo lindo.

    Besos sin miedo

    ResponderEliminar
  9. Ayer por la noche estuve con "mi chico especial" con el cual tengo esa relacion entre dos mares que nombras en la entrada..y estuve pensando y reflexionando sobre esto hasta que me pude dormir. No lo podrías haber plasmado mejor, estoy de acuerdo con todo!

    ResponderEliminar
  10. Siempre he defendido esa filosofía.
    Preciosa la entrada!
    Un besazo.

    ResponderEliminar
  11. Tampoco me gusta el día de san valentín. A pesar de que actualmente no tengo novio no es esa la razón, pues en realidad mi opinión es que este día solo existe para que los centros comerciales abran sus puertas y vendan más que cualquier otro día... Vamos, un día que sirve de excusa para que uno saque su cartera y salga a derrochar su dinero por ahí.

    ResponderEliminar
  12. No estoy segura si mandé mi mensaje o no hoy, yauq cuando t estaba escribiedno mi pc colpasó, pero te decía (en caso en que no se haya mandado) que sea como sea es una buena opción para un acercamiento con la persona pretendida.

    Mucha suerte!

    ResponderEliminar
  13. creo que tengo que actualizarme con tu blog!

    ResponderEliminar
  14. No creo en los medios puntos... Quizá porque soy de los que me tumbo en las vías a que pase el tren... Genial el texto... Excelente ritmo narrativo y complicidad. Hacía mucho que no te leía... Mi ánimo no me acompañaba pero mira por donde has puesto la guinda a mi día...

    http://diegodieza.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  15. gran reflexión! yo soy de los románticos que piensan: viva el amor jeje

    ;D

    ResponderEliminar
  16. Me ha encantado la entrada. La realidad es que el amor para mi es incomprensible. A veces deseas más de él a veces menos. Y otras no sabes ni que pensar. Al final acabo por dejarme llevar :D

    ResponderEliminar

Los detalles forman parte de lo que somos,no me dejes sin uno de ellos. Recuerda, buena parte de mi, es tú :)