Artífice

Si te dijera que te fueses me seguirías.
Si te dijera que me mirases me besarías.
Si te dijera que me olvidases me querrías.

Porque nunca me escuchas, porque siempre esperas que sea yo quien tenga la solución, porque tu mundo es de cristal, porque vives en la burbuja que te hace suspirar. Esperas mis susurros a tu oído, esperas mis caricias en tu ser, esperas que mi alma te proteja, que oculte lo que temes ver. Porque siempre es a tu modo, porque tu corrección es tu error, porque buscamos siempre extremos aun sin poder ver más allá de nuestro corazón. Escuchar sin más para nosotros es en vano, no hay luz cuando pretendemos seguir. ¿Porque, dime porque amado, esperas que sea yo la que te impida huir?

No voy a abrazarte por la noches, ni mis besos serán caricias en tu piel, no volveré a mirarte a los ojos, mis labios no formularan aquello que tu desees. Si tuviera una sola forma de explicártelo todo, como a un ser libre no puedes domar, como el humo de mi cigarrillo es todo a lo que tú puedes aspirar. Pues no puedo quererte, ni siquiera puedo sentir amor, estoy helada, fría, inerte a tu corazón. A tus palabras dulces, a tus miradas de hoy, y de ayer, y de mañana, y a las que te imaginas, y las que recuerdas, y a las que nunca llegaste a lanzarme. Soy inmune a tu droga, a tu enfermedad. No es el viento quien se lleva tus palabras ahora, sino su poca credibilidad. Así que deja de hacerte el caído, no soy tu verdugo ni tampoco tu dama, ya no más.

Déjame despertar en mi vacio, déjame regodearme en mi dolor, deja que mis lagrimas sean mías, pero por dios, no seas el artífice de todo lo anterior.

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(Foto: Lexy)