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domingo, 27 de junio de 2010

Soy artista, no espero que me comprendas

Recuerdo una vez que alguien me dijo “todo lo que estudies en el colegio te servirá para algo, aunque ahora te parezca imposible”. Por supuesto que no le creí, tanto yo como los que me rodeaban nos sabíamos a pies juntillas ese cuento que te sueltan solo para que te apliques en los logaritmos matemáticos o la filosofía de Froid. No obstante ya dicen que “sabe más el diablo por viejo que por diablo” y una vez más los refranes no engañan. En este primer curso de la universidad y pese a estar estudiando una carrera de historia me encontré con toda una serie de asignaturas, a mí ver no tan inútiles, pero que al fin y al cabo no entraban dentro de nuestra disciplina, y vale decir que algunas de ellas se limitaban a reproducir lo que ya habíamos visto durante el bachillerato. Entre ellas se encontraba Lectura de la imagen artística, una especie de historia del arte que nos llevaba a analizar grandes obras de aún más grandes maestros con el fin de comprender el vasto mundo simbólico que cuatro trazos encerraban. La asignatura fluía de manera muy entretenida, gran parte de ello gracias a nuestro excelente profesor, y todo sea dicho, al hecho de que se impartía a las diez de la mañana. Sí, a esa hora a la que todos ya hemos tenido tiempo de desayunar un croissant con café con leche y una buena dosis de chismorreos en el bar de la facultad.
Pues bien, estaba yo frenéticamente copiando apuntes sobre el significado de la luz, el color, la composición y algo de la perspectiva áurea que no logré comprender cuando a uno de mis compañeros se le ocurrió la genial idea de preguntar: “¿Pero no será que nos estamos pasando? ¿Que realmente el artista no se lo pensó tanto?” “Bueno – respondió mi profesor- la sobreinterpretación es un riesgo que debemos correr para poder comprender el sentido pleno del cuadro”. Fue en ese momento cuando decidí rendirme definitivamente con las notas y mi cerebro empezó a procesar tan sorprendente revelación. A lo largo de mi adolescencia llegué a comprender que existían dos clases de personas, las que solo pintaban con colores primarios y no reconocían ni sentían la necesidad de reconocer ningún otro matiz más. Y las que como yo, vivían obsesionadas con las luces, las sombras, los colores crudos, los pastel, y aquellas mezclas imposibles que solo podían originarse en una mente bipolar con exceso de nicotina. En el fondo, a los primeros se les puede tener envidia, puesto que con tres tonos son capaces de generar todo aquello que necesitan para explicar su existencia; ellos viven, se alimentan, trabajan, disfrutan, aman, duermen y mueren, no necesariamente en este orden claro, pero en cualquier caso no ven más allá de sus propia realidad, no se cuestionan aquello que no pueden resolver y no llevan sus expectativas más allá de lo posiblemente realizable. Por el contario los segundos encuentran pobres los tonos primarios, y su mente inquieta les fuerza a buscar sentidos fuera de lo evidente. Ellos observan, vienen, se alejan, filosofan, crean, lloran, y se preguntan, se preguntan sin cesar acerca de todo, el significado de amar, de vivir, de tener miedo, de reír, la comida de hoy y de ayer y de mañana, y el mañana del mañana que vendrá, o que no. Fijaros como son que incluso se preguntan el significado del mismo significado. Por regla general acaban siendo los primeros quienes interpretaran un día la obra incomprensible de los segundos, y los mismos que pretenderán explicarla y que como bien apuntaba mi profesor sufrirán posibles problemas de “sobreinterpretación”. Pero yo me pregunto ¿como es posible que la simplicidad resuelva lo complejo? ¿Será porque en el fondo todos empezamos con colores primarios y en algún momento decidimos partir en busca de más? ¿Será que al igual que el amarillo y el azul hacen verde, existen personas que sienten la imperiosa necesidad de fusionar su realidad para escapar de una rutina casi utópica donde cada vez más personas, mundos y experiencias se parecen entre si?
Nos construyen edificios iguales, nos hacen leer los mismos libros, visitar los mismos lugares, inspirarnos en los mismos ideales, vestir las mismas modas. Niños de azul, niñas de rosa, coches y barbies, vodka seco y champán. Y por si fuera poco cuando aparece algún genio lo marginan a ver si con una pizca de suerte el pobre incomprendido hará millonarios a sus bisnietos. No puedo más que preguntarme, ¿si somos nosotros los que creamos realidades alternativas para escapar de la homogenización, o simplemente porque no sabemos vivir de otro modo, que necesitamos de la complicación, quienes son realmente los que tienen un problema de sobreinterpretación? ¿Ellos o nosotros? ¿Y en ese caso que es preferible? ¿Que actitud será la que nos conduzca a la verdadera felicidad?
Yo pese a todo he decidido que seguiré pintando con mi paleta, que por incomprensible y extraña se me antoja la más divertida.


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(Foto: Lexy)

23 comentarios:

  1. me gusta me gusta
    además nada monótono ni nada
    escribes muy guay Lexy :)

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  2. Una gran reflexión, me encanta como has relacionado los colores con la forma de ver la vida. Fantástico ;) mua!

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  3. Me gusta mucho mucho como escribes :)

    No dudes que te sigo ;)

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  4. Dí que sí, esos segundos, son los soñadores...y yo también me incluyo entre ellos =)
    besitos

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  5. ¿De verdad te gusta Augustana? Creo que eres la primera persona a la que conozco que sabe que existen :)

    He terminado un libro que estaba íntimamente relacionado con los colores de los que hablas: "Blanca como la nieve, roja como la sangre." La forma de redactar no me acaba, pero no está del todo mal.

    Un besito, preciosa.

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  6. Es imposible que un perro perciba los ricos matices de verde de un frondoso jardín, porque ven en blanco y negro (o eso dicen y me lo he creído); del mismo modo hay quien no quiere, ni necesita, más matices que esos, si o no, blanco o negro, bueno o malo, guapa o fea.

    Mientras a otros les resulta imposible definir la realidad con dos o tres trazos y precisan miles de matices, al final la duda es ¿quien está en lo correcto?

    Platón, decía que vivimos en una caverna y sólo apreciamos la sombra de la realidad, así a quienes se sienten cómodos en la simplicidad, los matices les desquician y a quienes se empeñan en ver un poco más allá, y luego otro poco, el mundo les resulta inabarcable.

    Creo que unos y otros nos necesitamos, porque a veces lo malo es malo y punto, y lo hermoso no precisa explicaciones, pero la increíble variedad de capas, matices, colores, tonos y melodías de algunos momentos precisan un alma que los aprecie.

    (perdona la extensión, pero me ha encantado el tema que planteas y me he dejado llevar)

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  7. Nosotros por supuesto aunque no seamos las personas mas cuerdas del mundo yo como tú seguiré pintando con mi paleta, que por rara y bipolar que sea me parece mucho mas entretenida! ^^ Y Sabes?¿ Aunque me gusta mucho mi paleta tienes razon aveces he llegado a envidiar (envidia Sana^^) a la gente que con apenas algunos colores primarios podian pintar sin preocuparse...

    Un Besito! Ha sido una entrada Excelente! ^^

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  8. Me gusta tu entrada ^^ Tus reflexiones me dejan pensando en muchas cosas. Esta vez me centraré en lo primero que se me ha pasado por la cabeza al leer lo de las luces y las sombras.
    Para mi, lo minimalista es intentar decir con poco lo tantísimo que impera el mundo real de a diario.
    Hay personas que son capaces de crear con muy poco, con lo mínimo, obras de arte. Esto me hace pensar por ejemplo en Chaplin. Sin recurrir a lo que todos recurrimos para dirigirnos a los demás, era capaz de mostrar aquello que la mayoría no sabe ni por todo los medios posibles.
    Hay quien en sus películas sólo ve el genio, que cuenta una historia sin palabras y hace que se nos olvide que no las usa.
    Otros, son capaces de ver el sarcasmo propio de una sociedad que no le convencía. Ven que con su silencio exageraba cosas que realmente no eran tan exageradas. Observan que el blanco y el negro representa esa sociedad de antes que todos veían y ninguno se atrevía a criticar.
    ¿Cuál de las dos observaciones es la correcta?
    Supongo que ambas.

    Los prototipos que pretenden que aprendamos, no es minimalismo. Es el arte de crear copias unos de otros, cada cual más hueco que el anterior. Pero para aprender el gran lenguaje de la historia, primero tenemos que aprender el abecedario, después saber unir letras, construir palabras, luego frases, y saber leer.
    Todos empezamos desde abajo, y luego nos preguntamos, ¿cómo?, ¿por qué?, ¿y si...?
    El arte de hacer preguntas es propio de cada uno, pero todos tenemos que hacérnoslas para interpretar todo, desde un cuadro de Dalí a un gesto de alguien a quien quieres.

    A veces sobreinterpretamos y otras veces nos creemos que lo que vemos es lo que hay.
    Depende del momento.

    Siento haberme extendido tanto xD

    Un beso Lexy, como siempre, un placer leerte ^^

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  9. Razonada, interesante, la verdad es que es loca la forma en que divides a la gente, aunque pensandolo bien, pareciera que a veces asi estamos divididos. No te dire que lado es mejor, pues no creo que lo haya, creo que cada quien es feliz a su manera, cada quien tiene diferentes necesidades. Yo tal vez creo que me debato entre una y otra alternativa, pues es interesante ser profunda y a la vez tan simple como el color amarillo.
    Hermosa entrada.
    Besos...

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  10. Creo que yo soy la que se hace preguntas por todo y realizan sus obras repletas de matices.
    Me ha gustado mucho esta entrada Lexy, te lo dice una pintora amante del óleo ;)

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  11. Es lo de la gallina y el huevo, pero con personas...

    la cuestion es ¿el talento se hace o se nace...?

    Aparte de escribir, pintas? o solo era una metafora?

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  12. Muy certera en sus palabras
    Muy reflexiva
    Muy decidida en sus lenguajes de letras
    Muy mujer

    Volviii preciosa, y más que nunca :))
    saludos linda

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  13. Su mejor post, sin lugar a dudas. Felicidades.
    Siempre suyo
    Un completo gilipollas

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  14. para pensar y pensar..
    y seguir pensando.

    hablando de pensar, ahora estoy pensando en que tal vez seas vos la señorita de la imagen, ya que es la misma de la entrada enterior. si es asi, mucho gusto!

    un saludo desde la lejania.

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  15. cada uno tiene una actitud diferente que es la que esa persona cree que le hará feliz, yo personalemnte pienso como tú

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  16. Mmmm.... Yo creo que soy de los del primer grupo. Sip, de los simples. es que me he sentido identificada XD

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  17. No es para menos, todas las canciones de Augustana tienen una historia tras de sí :)

    Un beso, bonita.

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  18. claro que sí, mejor pintar con muchos colores quelos primarios son insuficientes.

    beso bonita.

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  19. vaya currada de blog que tens nena..
    ya coses que algu dia m'hauras d'ensenyar com es fan xD
    portat be i disfruta de les vacances, que merescudes son ;)

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  20. Hay personas, y hay personas. Hay quienes tienen "duende", y quienes no, asi se nace... Y te das cuenta cuando lo dejas libre, a su aire, sin maniatar, interpretando la vida a su manera.
    (K)

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