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viernes, 16 de abril de 2010

De galanes, novelas rosas y antropología

Dicen los antropólogos que la cultura, entre otras muchas cosas, es como una serie de mecanismos de control que gobiernan nuestra conducta. Defienden los de la rama evolucionista que esta se encuentra en constante cambio, sometida a fuerzas que escapan a nuestro control. Cuentan los abuelos que “las cosas no se hacían así” en su época, y alagan los adolescentes que “los tiempos cambian”. Y mientras todos estos argumentos se cuecen a fuego lento en la cazuela de a diario, Johanna Lindsey, Danielle Steel o la recién descubierta Sherrilyn Kenyon, publican libros fascinantes sobre las bondades de un hombre enamorado.

Como buena futura historiadora, cursando “Introducción a la Antropología Social y Cultural”, decidí, un buen día, atender a las peticiones de nuestro desesperado profesor de despertar nuestra faceta más “antropológica”. De este modo, me embarque en el trabajo de campo más fascinante que toda chica de mi edad podría emprender: el estudio de la especie masculina. Trazando mis propios límites éticos, esto es, no entrar en relación alguna con los objetivos a analizar, mi mente sometió a un escrutinio exhaustivo todos y cada uno de los conocimientos sobre dicha especie que a lo largo de los años he podido acumular, y puesto que después de dos tazas de té me dí cuenta de que eran completa e irremediablemente insuficientes, tomé la decisión que todo antropólogo tomaría: salir a la calle. No fue para nada una sorpresa descubrir que hoy en día, los jóvenes y apuestos caballeros solo conservan lo de “joven”, puesto que de apuestos lo son todos con unos Levi's, y “caballero” posee una terminología demasiado antigua para que la conozcan siquiera. Nótese que no pretendo aquí ofender a los pocos galanes que deben vagar perdidos por el ancho mundo, solo que si se toma como punto de partida una metodología científica, en la que la generalización resulta tan peligrosa como inevitable, las estadísticas no mienten en cuanto a un estereotipo se trata. Pues bien, como iba diciendo, tras analizar a fondo todos mis recuerdos, comparar vivencias con diversas testimonios y aprender alguna que otra cosa nueva, me dí cuenta de que a la primera cita ya no se le llevan flores, el chocar por la calle ya no es tan agradable y las sorpresas románticas son un bien escaso. Por no mencionar el pedir un número, que pobres, debe de causar auténtico pavor. Señoras, los valores caballerescos se degradan. No supone ningún problema deleitarse con la vista de nuestro trasero al pasar, ni tampoco lanzar improperios desde un coche en marcha. Pero no te dejarán el único asiento libre que queda en el tren cuando te ven llegar maleta en mano y sofocada por la carrera, no solo eso, sino que te lo quitarán justo en el preciso momento en que ibas a sentarte, cuidado no vaya a ser que se cansen durante el trayecto. Todo esto no hace más que me pregunte, ¿a dónde fue a parar la galantería? Disculpe usted si soy demasiado “cursi” o he leído demasiadas novelas de amor. Perdona si lloro con los finales felices o si sigo creyendo en la existencia de ese mítico príncipe azul. Pero es que nos educaron con barbies, en un mundo donde el cortejo era un proceso esencial, y a mi alrededor no veo más que chulos con rayban's para los que llevarse a una mujer a la cama es un reto y la “buenas maneras” no son más que preliminares que se pueden saltar.

Los políticos no cesan de decir que “los jóvenes de hoy son el futuro del mañana”, pues bien, quizá la nación se salve, pero ¿y el romanticismo femenino? ¿Quedará relegado únicamente a los libros, como los grandes hechos de la historia? Siguiendo esta linea mi mente no hacía más que dirigirme hacia una pregunta abrumadora: ¿Acaso son las novelistas románticas de hoy las historiadoras del mañana?
 


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59 seguidores!! Sois increibles!! Muchas grácias a todos por estar aqui y buen fin de semana :)

15 comentarios:

  1. Ha sido una entrada PERFECTA!
    Y me ha hecho mucha ilusión porque yo también soy una futura historiadora =)
    genial reflexión la del final ; ¿Acaso son las novelistas románticas de hoy las historiadoras del mañana? =)

    besitos

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  2. La cultura nos moldea interiormente, pero también exteriormente. En un mundo donde todos los hombres visten de determinada forma y se comportan de forma contraria a antaño, el resto lo imita, y tenemos un mundo lleno de gritones, pantalones caídos, miradas lascivas por aquí y por allá, un "quita de enmedio", "hey nena", y una larga lista de etcéteras. Pero en fin, lo mismo pasa con las mujeres.
    Estoy de acuerdo, nos educan como barbies, aprender a esperar al príncipe azul.
    Y me temo que, al paso que va la sociedad, ese romanticismo que tanto me gusta a mi y sospecho que a ti también, se verá encasillado solamente a los libros, y no a todos!

    Y eso de que la nación se salve... depende... ¿todos los que iban en el coche llegarán a ser ministros?
    Caballeros debe haber, o como mucho, hombres. Lo que yo veo cuando voy por clase es "qué pasa tio", "no veas lo que me dijo mi piva ayer" Piva? Piva?

    En fin. Una cosa es que las cosas cambien, otra es, que no se mantengan fijas en un punto por algún tiempo... tanto cambio acaba mareando!

    Muy buena entrada!

    Un beso ^^

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  3. olaa
    ay dios,k gran verdad!!!!!!!!
    los jovenes d hoy en dia dejan mucho k desear en galanteria!!!!!
    bueeeeno,ay alguna excepcion
    t contare un caso muy curioso,el UNICO d galanteria k e conocido (y realmente ay veces k esta se olvida)
    ay un chico d mi clase k se nota a leguas k le encanta una amiga mia.pues bien,al principio le decia "piropos" y ella se enfadaba.luego,le comenzo a escribir poemas,canciones,cartas,... mi amiga estaba cada dia mas arta,pensando k lo acia por fastidiar.
    no le funciono nada,y aunk me caiga mal,ay k reconoerle el merito d las canciones (Mi amiga m dejo leer algunas y estan muy bien,para k negarlo)
    y si,la literatura d hoy seran los libros d historia del mañana
    una entrada lindisima!!!!!
    bss

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  4. la antropología no ha superado todavía el extraño caso de la existencia del príncipe azul. Creo que las heroínas de los cuentos se quedaron con todos y a las demás nos queda abrir los ojos a la cruda realidad. Pero dicen que la esperanza es lo último que se pierdo, así que si algún día me encuentro con uno, espero que no destiña y que no haya salido de las páginas de una novela romántica. :-)

    Me encantó esta entrada

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  5. he de serte sincero
    iba a leerlo pero estoy matado acabo de venir de Love Of Lesbian y ayer salí hasta tarde
    uf! necesito dormir YA!

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  6. Debo defenderme... no soy el eterno galan guaperas de las películas clásicas pero tengo por regla general tratar a la mujer (a una verdadera MUJER) como se debe: con educación. Por eso, querría añadir que también las mujeres prefieren a ese tipo de hombres a los: "joder, vaya pedazo de...!!!". cést la vie! ;)

    Nostalgia... pero sin cabios llegaríamos a un mundo aburrido. ¿no crees?

    Todo es tan relativo... ¿cuál será el absoluto?

    P.D.: disfruta del fin de semana tu también :)

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  7. Enhorabuena por tus seguidores, cada vez me gustan más tus posts.
    Lo de la estación, sucedió ayer realmente, y no, no la vio :(

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  8. Sin duda una gran entrada.
    Ultimamente sólo se ven chicos que su único objetivo es tirarse a la guapa de turno y chicas que se venden a la primera tontería. No digo que haya que hacer un año de cortejo y vestir corbata y chistera pero de ahí a liarte con el primero que pasa hay un cacho.
    Pero es complicado cambiar toda la sociedad porque esto va a saltos y en cada época se cambia.

    Un beso

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  9. entonces llegamos a la conclusión de que cada yo es diferente y al unirse con los demás, crea un puzzle (siento haber utilizado esta palabra ^^) en el cual existe la verdadera IGUALDAD nooo??? ;)


    te estoy realmente agradecido jeje

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  10. genial entrada, sin palabras!


    saludos!

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  11. Bah, meras frases hechas. Nadie sabe quién será el futuro o qué será de él.

    :)

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  12. A MUCHOS CABALLEROS SE LE HAN PERDIDO LOS CABALLOS, Y A OTROS, SE LOS HAN ROBADO LAS QUE SUELEN LLAMARSE DAMAS.

    estoy de acuerdo en que queden pocos caballeros, y mi explicacion es que simplemente se han extinguido (simplemente dejaron de existir) y han sido extermiados (no les han permitido continuar existiendo).
    quien los extinguió? la mismisima dama (que se piensa dama) y le exige caballerocidad (pero es incapaz de colocarse en su papel de dama para poder recibir caballerocidad).
    para que esto se comprenda mejor voy a citar una situacion que me ocurrio hace tan solo unos pocos dias.
    estaba yo haciendo un recorrido en una ciudad, cuando me dispongo a tomar un bus. llego a la parada y formo fila para subir. llega el bus, sube gente hasta que ya no hay lugar, espero asi el proximo bus en la parada quedando ahora primero en la fila. detras mio, forman fila hombres, niños, mujeres todos alternados.
    al llegar el siguiente bus, una señora de edad mayor, de unos 57 podriamos decir y que no estaba en la fila, me empuja y sube primero al bus, adelntandose indebidamente ademas de a mi, a todos los niños, señoras y hombres que tambien estaban en la fila. yo pense, que mal educada.
    Una vez arriba del bus, yo iba parado porque ya no habian asientos libres, y esta señora de 57 años estaba parada a unos pasos mios cuando uno de los asientos cercanos a mi se libera. esta mujer se apresura nuevamente, se mete en el medio me desplaza y se sienta en el asiento. luego alza la mirada y me mira con esa mirada de desprecio que significa: yo soy una dema de muchos años, es mi derecho sentarme antes que vos.
    ya de mal humor por la actitud de la señora, le digo:
    yo- "no hacia falta que me empuje señora, de todas formas yo le iba a ceder el lugar."
    señora- "que mal educado! ya no hay caballeros con vida!"
    yo- se equivoca señora, si usted se cola en la fila del colectivo, y me saca el lugar para sentarse usted primero, me esta quitando a mi la posibilidad de ofrecerle el asiento, de tratarla como la dama que deberia ser y ser yo un caballero.
    señora- ...
    me miro con desprecio y me volteo la cara.

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  13. y voy a agrera un posdata:
    las chicas siempren escogen al malo.

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