La pasada noche pensé en el miedo, en los monstruos de mi habitación. De niña nadie me avisó del hombre del saco, ni de las infames criaturas que se esconden bajo la cama. Recuerdo que cuando no podia dormirme gustaba de seguir el rastro de luz que el pasar de los coches dejaba reflejado en el techo, cuando toda la habitación estaba a oscuras y el rodar de un vehiculo, con sus faros iluminando la negra noche, conseguia reflejarse en las paredes gracias a un juego de luces y sombras que dibujaban una línia, un rastro que recorría mi habitación a medida que las cuatro ruedas de mi imaginário amigo se deslizaban tras la ventana. Seguia esos trazos con la mirada, esperando dormirme, por aquel entonces aún no pensaba en nada. Pero anoche, anoche fue diferente.
Analizando las acciones de mi vida, como quien trabaja en la bolsa y calcula los riesgos, empezé a plantearme si realmente el mayor problema no era el miedo. Miedo a decir te amo, miedo a coger las riendas, miedo a los cambios, a hacer algo diferente con tu vida, algo independiente que no requiera la presencia de aquellos que siempre han estado a tu lado. Miedo a no ser capaz de seguir la dieta, o los horarios del gimnasio, miedo a no subirme en tacones de vértigo solo porque mi própia estatura ya posee ese adjetivo. El miedo es una palabra curiosa que esconde tras de sí un sentido aún más inusual. Miedo es sinónimo de tanto, es antónimo de sueño. Sueño en todas sus formas, ya sea literal cuando los mostruos de la noche parecen emepeñados en no dejarnos dormir, o metafórico, cuando huimos de los hechos por no enfentarnos a ellos.
Miedo es el creador del "¿i si?", miedo es el creador del "pero".
Me pregunto, ¿cuando dejaremos de tener miedo? ¿Cuando llegrará el día en el que nos demos cuenta que esas sombras en nuestra habitación no son más que rayos de luz que se abren camino entre la oscuridad? Y lo más importante: ¿Que tiene ese rayo de luz que, contra todo pronóstico, consigue vencer la noche para reflejarse en las paredes de nuestra alcoba?
Me encantas. Osea... me encantas. Adoro la reflexion que has planteado en el texto, porque a mi tambien se me ha pasado por la cabeza. Las personas que tienen miedo es porque no quieren afrontar decisiones que puedan acarrear cambios. Son personas que no se atreven a soñar y a luchar por aquello que realmente quieren.
ResponderEliminarSin duda, magnifico. Me pasare siempre que escribas por aqui.
Gracias por tu mega comentario, siempre me han gustadoi los comentarios asi. La verdad es que no es mi "amado" es un... era mi mejor amigo y me habia echo muchisimas putadas. Pero enfin, la vida es asi, no siempre tienes lo que quieres.
pd: gracias por decir que te gusta lo que escribo, siempre es una satisfaccion
Muchos besos querida
:)