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sábado, 6 de noviembre de 2010

Hamlets del siglo XXI

Últimamente solo pienso en comer, tanto que dedico 14 horas al día a hacerlo y las 10 restantes a tener hambre. Pues bien, figuren-se ustedes que se encuentran en mi posición, la de una persona con una obsesión, un objetivo, una necesidad imperiosa en su interior que nunca parece ser satisfecha: comer. No no, no se rían, pues tanta es la locura que hasta en metáforas la veo, y es ahí donde estaba el otro día, a medio camino entre una metáfora y una deliciosa manzana cuando comprendí que más allá de ser una función vital básica comer es “ser”, pero no un ser físico, no, un ser espiritual.
Me explicaré, siendo como soy propensa a las clasificaciones, a lo largo de mi vida he llegado a comprender que existen muchas maneras de comer, tantas como personas que comen. Los hay que engullen, en cantidades industriales y todo lo que encuentran, tanto que incluso se comen a otras personas, avasallando las a preguntas, pidiendo explicaciones, culpándolas de hechos o simplemente descargando su ansiedad en ellos. Luego están los de dieta permanente, los que si la comida fueran personas vivirían de “solo agua” o “una ensalada por favor” aunque les apeteciese un buen entrecot, gente reservada y tímida, celosa de su ser que sirven en su plato las patatas con el mismo cuentagotas con las que miden sus palabras. Por supuesto que el grupo es amplio: están los tradicionalistas, típicos futuros contratantes de seguros de vida que siempre querrán las croquetas de mamá y nunca comerán tomate si en la niñez no les gustaba; los que arriesgan, personas que viven al límite y no dudan en comerse el mundo mochila al hombro y con escorpiones en el plato; los estirados de los canapés de caviar al igual que su selecta compañía; los quisquillosos de sin queso o cebolla; los que juzgan de la misma forma el pimiento de su plato que al ser humano solo por ser rojo y así una larga lista de gourmets que pueblan este ancho mundo. Nótese que la clasificación es estricta y como en todas las generalizaciones existen errores y malentendidos de los que no me pienso justificar, y aún así me falta algo. Ah si, las excepciones. Personas diferentes y curiosas, hartas de reglas e imposiciones sociales, bipolares hasta la médula y que viven para buscar explicaciones que la mayoría de veces no existen. Son los que podríamos decir que se comen a si mismos.
Muchas veces me he preguntado que impulsa a una persona a hacerse preguntas, a buscar sentidos auto-manteniendo conversaciones existencialistas al más puro estilo de “ser o no ser, esa es la cuestión”. Y no digo con esto que yo no lo haga, es más quien se vea libre de culpa que tire la primera piedra. Pues bien, esta clase de personas pasan por todas las etapas anteriormente dichas y no se quedan con ninguna, a la vez que picotean de todas. La vida es a veces algo tan interesante que un momento puede cambiarlo todo y lo más absurdo convertirse los más verosímil, empiezas por leer un mapa del revés a causa de una borrachera y acabas comiendo galletas con ketchup. Eso sin mencionar todas las ucronías que dejas por el camino tituladas como “¿y si...?”, a ver si con suerte aparece alguien que en un arranque de inspiración escriba la versión más shakesperiana de nosotros, y si se transforma en un best-seller, ¡mejor que mejor!
Los músico experimentan con notas, los científicos con formulas, los chefs con ingredientes y los filósofos con porqués. Yo, si me permiten, seguiré experimentando con palabras pues a veces nos hacemos preguntas para justificarnos, otras para buscar motivos, algunas pocas por aburrimiento y otras tantas por curiosidad. Pero lo cierto es que si algo he comprendido es que algunas personas se preguntan tan solo para “ser”. Al igual que nuestra cuerpo necesita comida, nuestra mente busca un poco de inspiración. Y “que me aspen si no debemos dársela”.


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23 comentarios:

  1. Dios mío. Lo mejor que he leído en un largo tiempo.
    Me considero bastante del primer grupo, aunque bien podría ser del último, dado que he experimentado esas fases y alguna más.

    Un besoo :)

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  2. Y donde venden esa inspiración Lexy??????

    Compro bueno bonito barato ;P

    Besos acurrucados

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  3. Al igual que la comida, en clave de inspiración encuentras fast-food y alta cocina.
    No me cabe duda de dónde acudes tú.

    Buen provecho.

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  4. bueno avui després de haver-me dopat de pastilles estic algu més lucid que ahir..
    tal i com et vaig dir, tens ua inspiració increible.
    suposo que jo soc dels que es pregunten constanment perquè..com deia René.."cogito ergo sum"
    cuidat russa bàrbara :)

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  5. Oh Dios mio! Me ha encantado, desde el principio hasta el final! ^_^

    Besitos!

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  6. hemos de hablar
    y tanto comer tanto comer
    tengo tortellini en casa, muajaja!

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  7. Me alegra ver que no soy la única que deja fluir sus paranoias ^^

    Eso sí, siempre me encanta ver como las desarrollas ^^

    besos

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  8. Me apuntan a los que unen para comer, además de la necesidad, el placer.

    Como lo que me gusta, y dentro de ese amplio abanico esta el aceptar los platos nuevos para juzgar con conocimiento de causa.

    A veces los incorpora, a veces quedan fuera de la carta.

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  9. TENGO HAMBREEE, ME VOY A BUSCAR ALGO PORQUE NO RESISTO.

    UN BESO GRANDE LEXY, http://malatendida.blogspot.com :)

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  10. Unas reflexiones muy bien cocinadas. Así se puede repetir sin problema.
    Saludos.

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  11. yo no sé en que grupo me clasificaría... sé que me encanta comer y que disfruto del placer que ello me produce desde un hot-dog hasta esos platos gran gourmet de dos líneas de definición. Adorando en la cúspide de toda la cocina al chocolate, en todas sus formas. Por lo menos alimento al cuerpo otra cosa es la mente... ;D

    BRILLANTE!

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  12. Hay una cosita esperándote en mi casa.

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  13. Es de lo mejor que leí en los últimos tiempos, me encanta la analogía, muy original y sinceramente da en que pensar, sigue experimentando con las palabras, din duda los resultados son geniales.

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  14. Los músicos experimentan con notas...yo si me permiten... qué bonito, Lexi!

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  15. El alimento de la mente es demasiado barato...el asunto es estar dispuesto...

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  16. Como siempre, querida Lexy, sigues siendo la mejor...

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  17. Absolutamente genial XD, muy curioso. No se parece en nada a lo que sueles escribir pero me ha sorprendido.

    Besos.

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  18. Escribes muy bien.. es increible como lo haces...

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  19. Hola,bello blog, preciosas entradas, te encontré en un blog común,si te gusta la poesía te invito al mio,será un placer,es
    http://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/
    muchas gracias, pasa buena noche,besos.

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  20. Me ha recomendado tu blog un amigo, y tenía toda la razón acerca de que me iba a encantar!
    Es muy curiosa esa metáfora de las personas y los gustos alimenticios, simplemente genial... (:

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  21. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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Los detalles forman parte de lo que somos,no me dejes sin uno de ellos. Recuerda, buena parte de mi, es tú :)